En diciembre de 2017 lloró cuando un tribunal decidió absolverlo por el beneficio de la duda en un juicio que duró más de un año. Ahora, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme un fallo de una Cámara de Apelación y Oscar Roberto “Zapallo” Dilascio deberá ser enjuiciado nuevamente por haber integrado una asociación ilícita que se dedicaba a lavar activos.

Por una denuncia de Susana Trimarco, madre de la desaparecida María de los Ángeles Verón, la Unidad de Investigación Financiera, determinó que el Clan Ale había montado toda una estructura para ingresar dinero obtenido en actividades ilícitas al mercado financiero.

Después de varios años de espera, en diciembre de 2016 comenzó el juicio. Un año después, el fallecido Rubén “La Chancha” Ale y su hermano Ángel “El Mono”, fueron condenados a 10 años de prisión por ser considerados los jefes de la organización.

También fueron penados Fabián González y Carlos Ocampos (siete años), Víctor Alberto Suárez, María Jesús Rivero (ex pareja de “La Chancha” y de “Zapallo) y Marcelo Manca (seis), Ernesto Catulo (cuatro) y Valeria Bestán, María Florencia Cuño (ambas estuvieron relacionadas sentimentalmente con Ruben Ale) y Julia Piconne -esposa de González- (tres). Dilascio, Hernán Lazarte y Sergio Parrado fueron absueltos por el beneficio de la duda.

El tribunal, integrado por Alicia Noli, Gabriel Casas y Domingo Batule, entendieron que esta organización había montado toda una estructura para lavar activos que provenían de actividades ilícitas como usura, explotación económica del ejercicio de la prostitución, explotación de casas de juego de azar extorsión y comercialización de estupefacientes.

Para realizar esta tarea, según el fallo que fue confirmado tiempo después, utilizaron la remisería Cinco Estrellas, la Gerenciadora Deportiva del NOA, el club San Martín, el hotel Palmas del Lago de Villa Carlos Paz y la empresa de transporte Leonel SA.

Planteos

El fiscal Pablo Camuña y los abogados de la UIF, que actuó como querellante en la causa, apelaron la sentencia. Entendieron que Dilascio, al ser gerente de la Gerenciadora del NOA y pareja de Rivero, que en esos tiempos era la vicepresidenta de los “santos”, no podía ser ajeno a estas irregularidades.

VISITA. Alperovich cuando recibió a Rubén Ale y a María Jesús Rivero.

En el extenso debate quedaron al descubierto varias de las irregularidades que se habrían concretado en La Ciudadela. El destino del subsidio aportado por el gobierno de José Alperovich para la ampliación del estadio de La Ciudadela; el uso de los fondos de los derechos televisivos; la transferencia de jugadores de la entidad y la venta de entradas que se hacían en la remisería.

La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal anuló la absolución, apartó a los magistrados que habían intervenido y dispuso la remisión de la causa para que se dicte un nuevo pronunciamiento de acuerdo a lo que establece la ley.

“Tanto la Gerenciadora del NOA como el club San Martín de Tucumán funcionaban como una unidad de negocios, siendo la cabeza de la misma Rubén Ale. En tal sentido, y como miembro de la asociación ilícita, Dilascio fue puesto como responsable de la Gerenciadora y operaba bajo expensas directivas de Ale”, argumentaron los magistrados.

Ernesto Baaclini y Gustavo Atim presentaron un recurso ante la Corte para dejar sin efecto ese fallo. El jueves, el máximo tribunal de la Nación, desestimó el planteo y quedó firme la realización de un nuevo juicio.